Recuerdo mi primera experiencia hablando frente a un gran publico, estaba participando en un certamen de belleza y quede como una de las 5 finalistas, con solo 15 años, me llamaron al frente para dar mi gran discurso que habia preparado con tanto ahinco y dedicacion dias antes, lo habia memorizado perfectamente. Cuando levante la vista y mire hacia el frente , vi a todos los espectadores enfocados en mi, quede completamente paralizada y al reaccionar, solo pude decir buenas noches! (Que risa me da ahora!)
Luego de esa experiencia, me prepare para romper con las limitaciones que no me permitían expresarme abiertamente ante mucha gente, soy muy conversadora por naturaleza y extrovertida pero el hablar en publico era mi mayor debilidad en un mundo donde comenzaba a desarrollarme como motivadora y capacitadora. Me costo mucho el quitar de mi mente los pensamientos que se repetían constantemente de que no lo iba a hacer bien!
El poder entregarme a los demás, quitando de en medio el ego y las expectativas de lo que van a pensar de mi, fue lo que me libero por completo de la barrera que existía entre mi sueño y mi realidad. Ahora puedo decir que cada momento que Dios me da la oportunidad de expresarme ante un gran publico, Le doy mi entrega total con el amor y el respeto que se merecen, siempre teniendo en cuenta que no se trata de mi sino de lo que va a llevarse individualmente cada ser humano que este escuchándome y de como puedo yo ser un agente de cambio en la vida de los demás.